martes, 11 de enero de 2011

11. chotacabras pardo


Hola a todo el mundo:

Aunque he vuelto a visitar a mis amigos los cernícalos, no vamos a empacharnos otra vez de lo mismo, por eso ahora os mando una foto de un bicho distinto. En esta ocasión toca un chotacabras pardo, mejor conocido entre los naturalistas como “Caprimulgus ruficollis”. Se trata de una de las aves con el camuflaje más perfecto del mundo entero. Hay que verlo en el campo para darse cuenta realmente de la efectividad de su camuflaje. Sé que la mayoría de vosotros y vosotras estaréis diciendo ahora mismo: “¿ein?”, entre otras cosas porque seguro que no habéis visto uno de estos pájaros en toda vuestra vida, ni siquiera en los documentales. Y es que por desgracia los animales tienen que tener leyendas o comer niños en los cuentos para que los conozca alguien. No obstante, os diré que es una especie que en Montilla por lo menos es relativamente abundante. Os puedo asegurar que en más de una ocasión habréis estado a punto de pisar alguno en algún paseo por el campo, porque a estas aves les pasa como a las liebres: si te acercas mucho y no miras y sigues haciendo ruido al andar o hablando, aguanta en el suelo hasta el último momento; pero si por el contrario te paras de golpe al verlo, o te acercas a él en silencio y muy lentamente, empieza a mosquearse y a pensar que quieres algo con él (eeeeehh, que no haya confusiones), y claro, sale volando (con la única diferencia de que las liebres no pueden salir volando). Y como no, para hacerle una foto bien hecha a uno de estos bichos hay que montar el trípode, acercarse lentamente, enfocar, encuadrar, disparar… y tampoco es cosa de hablar mientras está uno solo. El resultado, que hay que empezar a acercarse desde muy lejos (unos 20 metros está bien). Y poco a poco, con la paciencia de una gárgola, toca ir acercándose. Y cada vez que nos acercamos 25 cm, nos aseguramos unas pocas fotos, por si las moscas (bueno, y hablando de moscas, con este calor no es que falten). A cada pasito volvemos a probar, horquillando la exposición, cambiando de diafragma… que sí, que esto es digital, que lo sé, pero todavía no se me van los recuerdos de las diapos de antes, que tenías que “clavarlas”, y cabezón que es uno, sigo pensando que la foto hay que hacerla en la cámara y no en el ordenador. Defectillos que tiene uno, vamos. Y algunas/os diréis: ¿Y por qué no te montas un hide de esos que te gustan a tí, o como se llame eso, para que el bicho no te vea? Pues sencillamente porque desde el hide voy a hacer las mismas fotos (en esta época por lo menos), y voy a tardar más. Además, acercarse a uno de estos animales en esta época del año no es “peligroso”, ya que prácticamente tienen terminada la cría este año (por lo menos éste en concreto ya está otra vez “libre”). Y si sin querer acosas un nido, cogen tranquilamente los huevos o los pollos y se los llevan a otro lado, así de fácil, como si tuvieran una caravana, oiga. De todas formas, mientras menos molestemos, mejor, por eso “ataco” ahora. Y ya para terminar, una curiosidad: ¿por qué se llaman chotacabras? ¿por qué ese nombre tan raro? Pues muy sencillo: antiguamente entraban mucho a los establos donde tenían cabras, porque aquí encontraban un sitio ideal para cazar los insectos de los que se alimentan, y claro, cada cual sacaba sus propias conclusiones sobre qué era lo que hacían estos pájaros allí dentro. Y lo de pardo… bueno, será porque es marrón, digo yo, ¿no? Nada más, si habéis llegado leyendo hasta aquí muchas gracias por aguantarme, disfrutad de la foto, y divertíos. Un abrazo a todos y un beso a todas.

Manolín.

* Canon EOS 30D + empuñadura Canon BG-E2
* Tamron 200-500mm f/5-6.3 AF Di LD (IF) + duplicador Jessps 2x
* trípode Manfrotto 190DB con rótula Manfrotto 484 RC2
* ½ seg., f/11, ISO 100, compensada en -1,7 E.V.
* autodisparador (a ver si me compro ya el cable) y espejo levantado
* sin hide ni na de na

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No se responderá ni un solo comentario ofensivo que no especifique el nombre real completo y todos los apellidos de su autor.