martes, 30 de abril de 2013

131. el galán de la llanura




Saludos les sean dados, nobles semejantes. Quisiera yo con aqueste escrito mentar los atributos e bien dotados rasgos desta la gran ave de las vastas llanuras de la meseta castellana de la nuestra nación, e arriésgome yo para tan arduos menesteres a desenpolvar las ancestrales hablas de la nuestra patria, sin conoscer siquiera los pormenores de la mi lengua propia, si vuesas mercedes me conceden la licencia.

No alcanzo a recordar qué tan desmedido hechizo hame encantado a mí para envolverme en semejante insania, mas aléjome yo algunas leguas de la villa que viome nacer, allá a las esas tierras perdidas de la mano de Dios do el venerado Mesías descuidó el su encendedor, cual tropel ansioso de mercarme codiciado retrato de esa la que los sabios servidores de la cofradía científica dicen "Otis tarda".

Barrúntome yo que acaecerá grande aventura en aqueste pago, e anteriormente al despunte del alba heme ya cautivo en el mi escondite cual demandan las normas e criterios del gremio de los correctos naturalistas consumados. Mas no me acongojo yo, e a poco de emprender la mi acechanza, aun bajo las estrellas, al fin vedo viril bravucón de alto porte e distinguida estampa procurando a la su fina pretendiente sin desaliño e con harto descaro e osadía. Mas yo, el valiente fidalgo en ese arte a razón de rondar e retratar a los hijos de la nuestra tierra, no faltaré a la observancia de tan píos dogmas. Muéstranme con harta frecuencia e hasta tardía hora las avutardas de la tierra que dicen de "La Serena" sus airosas plumas de galán conquistador, mas por ventura mis atónitas pupilas no pueden dar crédito a semejante exhibición que aquestas aves preséntanme a treinta varas escasas de mi puesto.

El Astro Rey ha poco que oculta su luminoso rostro e asimesmo llega ineludible el final d´aquesta una de las más faustas gestas que jamás topara, e tras mantener luengo acecho debo emprender cautelosa retirada destos abiertos lares cual fantasma que nunca estuvo sumido en aqueste menester e tornar a la mi humilde morada cuyo usufructo disfruto. E para que vuesas mercedes tengan conoscimiento de la mi andanza por aquestas tierras rasas, solo resta obsequiaros con gentil presente para el deleite e regocijo de los vuestros ojos. Cosa hermosa e singular, vive Dios.

Quedad en buena hora, leales hermanos.



sábado, 27 de abril de 2013

130. la herencia del edén


La aparente tranquilidad con que posa esta culebra de escalera se verá rota justo en el momento en que el fotógrafo haga el más mínimo movimiento en falso. Desde que su más antiguo ancestro engañara a Adán y Eva en el Edén, las serpientes han estado en la cultura popular como un enemigo de la humanidad, pesando sobre ellas una injustificada leyenda negra que la ha llevado a ser perseguida desde que la especie humana tiene "uso de razón". Estamos, sin embargo, ante uno de los plaguicidas naturales más baratos y eficaces del mundo.

martes, 23 de abril de 2013

129. el sereno liliputiense


Con el hábito que le da nombre, y con la tranquilidad que le caracteriza, una culebra de cogulla se prepara para iniciar su actividad a última hora de la tarde. De costumbres principalmente nocturnas, esta especie de serpiente suele salir de su cubil cuando el sol todavía no se ha ocultado, después de haber permanecido todo el día debajo de una piedra pequeña regulando la temperatura de su cuerpo mediante un procedimiento que los científicos conocen con el nombre de tigmotermia. Cuando se siente amenazada, la culebra de cogulla se enrosca y oculta la cabeza entre sus anillos o muestra el diseño de la parte superior de su cuello con el objeto de intimidar a sus posibles enemigos. Aunque es venenosa, el pequeño tamaño de su cabeza y la poca flexibilidad de su cuello a la hora de morder, junto a la ubicación de sus pequeñísimos colmillos opistoglifos, impiden que esta pequeña culebra pueda convertirse en un peligro para la especie humana.